¿El éxito te encuentra o lo encontrás?

Habría que definir qué es éxito. Prefiero hablar de la suerte, palabra que le tengo muchísimo respeto. Creo que hay una doble cara en la suerte. Por un lado se la considera un encadenamiento de sucesos casuales o fortuitos. Con lo casual y fortuito mucho no podemos hacer pero sí con la otra cara de la suerte: “La suerte es el cruce de la oportunidad con la preparación”.
Einstein dijo “Si uno puede ver las cosas de manera diferente y actuar en consecuencia, entonces tiene la habilidad de crear su propia suerte”. Por eso siempre digo en trabajar ampliar nuestra mirada para ver oportunidades. Preguntarse ¿Qué es lo que NO estoy viendo?
Richard Wiseman, profesor de la Universidad de Hertfordshire hizo una investigación en 400 personas entre 18 y 84 años para identificar qué es lo que distinguía a personas con buena y mala suerte. Y determinó que no se trataba de un golpe de suerte sino haber mantenido una actitud consistente e identificaba cuatro cualidades de las personas afortunadas. Tienen habilidad para crear o identificar buenas oportunidades. Toman buenas decisiones haciendo caso a su intuición. Tienen expectativas positivas. Adoptan una actitud resiliente que transforma la mala suerte en buena. Wiseman observó, las personas que consideran van a fracasar suelen tener una actitud más tensa y ansiosa frente a los retos de la vida. Los que piensan que son afortunados suelen lanzarse a aceptar retos o probar suerte.
Desde mi punto de vista la confianza es importante para la suerte. Se produce una magia cuando alguien te felicita. Parecería que las energías se conjugan y las cosas salen mejor. Felicita a tus hijos, alumnos, colaboradores. Lo contrario la persona se retrae, pierde confianza y la cosas salen peor.
Otros aspectos que la favorece es la capacidad de sobreponerse a la frustración y pasar el traspié negativo como una oportunidad de que vendrá algo mejor. Y como siempre ¡Prepararse y prepararse para el cruce con la oportunidad!