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La Piedra
- octubre 17, 2025
- Publicado por: Consultora Monica Dreyer
- Categoría: Columna semanal

Una querida amiga me acerca este bello poema y me hizo mucho sentido.
El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños, fue un juguete.
David, mató a Goliat y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.
En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra, sino en la persona.
No existe “Piedra” en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
¿Te hace referencia a algún aspecto de tu vida?
Para mí, este poema tiene muchos significados. Temo que, al ponerlo en palabras, pueda limitar su amplitud y riqueza. Sin embargo, voy a referirme a aquello que más me conectó.
¿Cómo cada uno mira la realidad que le toca vivir? El otro día en un embotellamiento comencé a ponerme tensa y me dije “Puedo elegir. Ponerme tensa o cantar”
¿Cómo elegimos mirar la vida?
Por otro lado, cada vez que tengo piedras como obstáculos o algo no me sale me digo varias cosas. Son varias creencias que me ayudan en esa situación. Pero además lo creo profundamente… Y me pregunto:
“¿Qué me quieres mostrar que en apariencia no estoy viendo?”
“Que voy a aprender de esta situación”
“Seguramente algo mejor va a venir…”
Porque de cada obstáculo aprendí un montón que no lo hubiera hecho si la vida me sonreía en ese momento.
La vida siempre nos pone “piedras” en el camino. No podemos elegir si aparecen o no, pero sí podemos decidir qué hacer con ellas.
Lo que para unos es tropiezo, para otros puede ser la base de algo mejor o incluso una oportunidad de crecimiento.
La clave está en la mirada: si ves obstáculos, crecerá la frustración; si ves posibilidades, crecerán los logros.
La piedra no define tu destino, tu actitud sí.
No es el obstáculo el que marca tu camino, sino cómo decides enfrentarlo.
La vida no se mide por lo que te ocurre, sino por la actitud con que respondes.
El peso de la piedra depende de tu mirada.
La piedra puede detenerte o impulsarte: tú eliges.