Cuando no sabemos

Hay momentos en que aparece una polvareda en el camino. Algo que nos quita la visibilidad. ¿Por dónde seguir? ¿Qué está por venir? ¿Cuál es el camino?
La sensación es de incertidumbre. Algunos la sienten en el pecho como algo que presiona otros en la cabeza como algo que inunda. Puede ser un momento de transición, una persona que asciende a un nuevo puesto, un momento de la pareja, nuestro querido país que vivimos en incertidumbre, el ámbito laboral cómo sostener el negocio, cómo afrontar los gastos, los aumentos y las mil circunstancias que rodean transitar el camino de la vida.
Algunos caminos sólo se descubren cuando nos perdemos. A veces nos sirve ser como un palito que flota en el arroyo, donde va bordeando cada piedra, recorriendo diferentes lugares, descubriendo en su paso. Sin embargo para quienes nos gusta mantener un control de la situación esto puede ser difícil ya que preferimos estar en una corriente hacia una dirección clara. Perderse también es parte del camino.
Antonio Machado decía “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” (quien lo recuerde puede completarlo). Mirar atrás permite tomar conciencia de nuestros recursos internos. ¿Qué hicimos nosotros en aquel momento similar a este para salir de la polvareda? Allí están nuestras fortalezas, talentos, aptitudes que descubrimos que teníamos en los momentos difíciles. Es una pregunta profunda que requiere estar tranquilos para conectarnos con nosotros. ¿Cómo atravesaste momentos difíciles? Algunas personas refieren “Me sentía una nenita, o me sentía inmaduro, sin embargo descubrí que tenía garra, fuerza, claridad”. Entonces, en la manera como resolvimos en el pasado, encontramos nuestros recursos. ¿Y hacia adelante? ¿Cómo atravesar la polvareda? La visión, mirar hacia donde queremos estar, cómo queremos vivir nos permite atravesar y hasta sobrevolar la polvareda. A veces para llegar a donde queremos, necesitamos probar un montón de caminos.