Reconfigurar la mochila del estrés

Nos cuenta Jazmín, “Necesito rendir una materia, pero llego tarde a clase porque me cargo de cosas en el trabajo, algunas no tienen que ver directamente con mi actividad. Es que quiero que haya armonía en el ambiente y los procesos sean efectivos.
El relato de Jazmín nos muestra como algunas personas dentro de sus valores se encuentra el promover ambientes de armonía y efectividad en los procesos. Son valores muy positivos sin embargo hay casos donde dejan sus propios intereses para que eso ocurra. Jazmín al darse cuenta de esta situación comienza un camino de reconfigurarse, dejar algunas creencias para rediseñarse en una nueva manera que le permita rendir esa materia. Negociar consigo misma (a veces se negocia más con uno mismo que con el otro) y sin dejar sus valores de lado (porque los valores no se negocian) encontrar una manera de equilibrar su actividad y a la vez orientarse a su objetivo que es rendir la materia.
Andrea nos cuenta: “Cómo lo hago yo nadie lo hace”, esa es mi mochila. Antes era una enferma de la limpieza y lo sentía como una responsabilidad. Si no lo hacía no era buena ama de casa. Y me decía a mí misma… que van a decir otras personas…. ¡Ahh mirá como tiene la casa!… Cuando en realidad yo me lo decía a mí misma. ¡Y un día llegué hasta acá, dije basta! Aprendí a delegar y ahora mi familia me ayuda… hasta mi marido aprendió a cocinar cosas riquísimas y le encanta. En el caso de Andrea además de sacarse una pesada mochila, le dio la oportunidad a otras personas de aprender algo nuevo.
Reconfigurar la mochila es un proceso que va desde mover nuestra identidad que está llena de creencias, ¿Quién soy? ¿Soy una persona que mantiene la armonía y los procesos efectivos? ¿Soy una persona que tiene su casa limpia? Hacia una identidad que me permita ser feliz.