Baez Sosa y Dupuy – Aprendizajes
Me pregunto ¿Cómo podemos hacer un aprendizaje y un cambio efectivo de estas dos terribles experiencias? Son casos representativos de otros tantos. Consultando con equipos de Minoridad refieren que el caso de Dupuy no es algo poco frecuente, quizás sin éste terrible final. ¿Qué tienen de común? Ambos tomaron estado público por el trágico desenlace pero fueron la consecuencia de un proceso previo. En Zárate según testigos en el juicio, referían que les divertía salir a buscar pelea. En el caso Dupuy, el niño tuvo varios ingresos hospitalarios y en cuanto a la función judicial, la madre lo abandonó siendo bebé, se fue de mochilera y al regresar, reclamó la tenencia. La jueza decidió, que no hay mejor ejercicio de la función materna que estar en manos de la madre sin tomar en cuenta el perfil perverso de ambas y el abandono de la madre. En la teoría sistémica podemos recortar un hecho (como el fallecimiento en ambos casos) sin embargo es importante tener en cuenta todo el sistema y todo el proceso (todos estos antecedentes). Consultando con equipos de prevención de violencia en las escuelas, refieren asesores, inspectores, docentes etc, llegar hasta allí. Les faltan herramientas y en los juzgados hay pocos capacitados. Hay un “como si” que se transforma en “Uy que hacemos”. Existen protocolos de actuación pero no se activan porque no hay articulación ni capacitación.
Otra reflexión. El filósofo Sigmund Bauman, plantea que estamos atravesando una modernidad con características de cultura líquida, donde todo pasa rápidamente, fugazmente y no se generan situaciones desde lo social que vayan sosteniendo valores que permitan generar soportes para la vida. Postula que estamos en una “Adiaforización”, una indiferencia, un adormecimiento social donde nos impide evaluar hechos reprobatorios. Estos dos aspectos, la no articulación del proceso más la Adiaforización, (la indiferencia), hace que la sociedad mire hacia un costado. Hoy es noticia el show del juicio oral pero dentro 3 meses ya nos olvidamos. Y esto… ¡Va a seguir ocurriendo!