Declaraciones que crean la realidad
Estamos ante una nueva posibilidad en la Argentina y no sabemos cómo va a resultar. Por eso hoy más que nunca, ser cuidadosos con lo que decimos.
Aborrezco declaraciones de periodistas o personas alarmistas. Hablar nunca es un acto inocente. Conocer los actos lingüísticos permiten tomar consciencia del impacto de las palabras.
Cuando hablamos, sin importar el idioma, siempre ejecutamos un número restringido de actos lingüísticos: Afirmaciones, juicios, declaraciones, pedidos, ofertas y promesas. Estas acciones son universales.
Una afirmación es un hecho, un dato. En Argentina el índice de inflación, de pobreza. Estos datos desde mi punto de vista llevaron a que pierda el gobierno anterior. Este enunciado que estoy emitiendo es un juicio, una opinión y una creencia. Decimos “desde mi punto de vista”. Significa que no es una “verdad” sino mi opinión.
Las declaraciones a diferencia de las afirmaciones no hablan de hechos, sino que a través de ellas generamos una realidad diferente y debe existir el poder de emitirlas. El sacerdote dice “Los declaro marido y mujer”, el juez declara “culpable o inocente”. Sólo generamos un mundo diferente si tenemos el poder para hacerlas cumplir. Somos responsables de ser consistentes con lo declarado. El nuevo presidente efectuó declaraciones y dentro del marco de posibilidades será responsable de ser consistente con las mismas sino se quiebra la confianza. “Bajar déficit fiscal” “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada” “El que las hace las paga” son declaraciones que abren cursos de acción.
Cuando alguien hace un pedido, una oferta y una promesa, si luego no se cumple se quiebra la confianza. Y esto es algo que ha ocurrido en nuestro país. Promesas incumplidas. Conociendo estos conceptos nos podemos dar cuenta fácilmente cuando una persona emite un comentario (juicio) alarmista “Esto es un caos!” o “Va a ser un desastre!”. Por eso recomiendo tomar conciencia del impacto de las palabras si queremos colaborar con la reconstrucción Argentina.