Cuidar tu batería para llegar a fin de año

Cuando llegamos al fin de año parecería que necesitáramos doble dosis de energía. Además 24 y 25 caen martes y miércoles, así que uno necesita volverse mago para llegar a fin de año. Sorprendentemente llega el 2 de Enero y la energía cambia. Algunos toman vacaciones, se respira un ambiente más liviano, más animado.
Este peso emocional es muy común en ésta época y se relaciona con preocupaciones o presiones debido a expectativas sociales, laborales o personales. ¿Alguna de los siguientes ìtems, te pasa?
Reuniones familiares: las mismas pueden generar presión por cumplir ciertas expectativas, comparaciones con otros miembros de la familia, conversaciones incómodas o tensiones pasadas que puedan surgir.
La falta de tiempo: muchas personas se sienten abrumadas por la cantidad de actividad social, despedidas, actividad laboral, carga extra de responsabilidades.
Evaluación personal: el fin de año invita a la reflexión acerca de lo logrado o no, lo cual puede generar sentimientos de insuficiencia o frustración. A la vez coexiste el diseño del futuro, que quiero hacer el año que viene y una pregunta más profunda es – ¿Quién quiero ser? ¿Quiero ser una persona estresada? ¿Qué quiero para mi vida? –
¿Cómo manejar la ansiedad del fin de año? Primero practicar autocompasión: aceptar que no todo tiene que ser perfecto y más que una “caza de brujas” o sea castigarnos o sentirnos culpables, es adoptar una mentalidad de mejora continua.
Establecer metas realistas: significa ajustar los propósitos y metas de manera alcanzable.
Priorizar el autocuidado: dedicar tiempo para relajarse, hacer actividad física, disfrutar aquello que nos gusta y algo más que fundamental es cuidar el descanso sino el sistema inmunológico pasa la factura.
Si bien el fin de año puede ser una época cargada de emociones, también es una oportunidad para reflexionar, ¿Quién quiero ser? Y dar paso a nuevos comienzos con una mentalidad más positiva.